Los hijos del Sol
En una isla del lago Titicaca, vivía una familia de indios
aymaras. La familia estaba conformada por el abuelo y líder de la familia Tupac
quién era hechicero y curandero, la nuera del hechicero y su hijo Tupac. Cuando
Tupac había cumplido 7 veranos sobre la tierra, el abuelo decidió que debían ir
a Cuzco para pedirle un favor a su emperador Huayna-Cápac. Al llegar, en medio
de la plaza el abuelo dijo “¡Grande es el imperio de los Hijos del Sol, pero
días terribles vendrán para los emperadores de Cuzco!”, luego de hablar con el
emperador, se dirigieron a Tumbes por órdenes del emperador. En el camino, el
abuelo seguía repitiendo que vendrían días oscuros para el imperio y que
alguien a quien él quería mucho, sería instrumento de su destrucción, ese
alguien era Tupac, su nieto y justamente por eso, le había pedido a
Huayna-Cápac que les permitiera ir a vivir a Tumbes. Cuando llegaron, el abuelo le contó a Tupac la historia de la
creación del imperio y al final le preguntó si habría algún mortal tan
descastado capaz de destruir el imperio fundado por los Hijos del Sol, a lo que
Tupac le respondió que era imposible y de haberlo, él lo mataría. Años después,
cuando Tupac era un fuerte y ágil adolescente, el abuelo lo llamó en una noche
y le pidió ir a Quito para poder morir tranquilo y también le hizo prometer que
nunca haría o diría nada para provocar la ruina de su pueblo. El abuelo había
tenido un sueño desde que Tupac era un niño, en su sueño había visto que un pez
fabuloso vendría del mar a la playa y había vomitado a unos dioses pálidos y
barbados de cuatro patas que devorarían el imperio, además, que la lanza de un
hermano se revolvería contra la del otro (Atahualpa contra Huáscar, hijos de
Huayna-Cápac) y que correría mucha sangre en Tahuantisuyo. Debido a esto, el
abuelo le pidió a Tupac ir a advertirle al príncipe Atahualpa del peligro que
corría el imperio y evitar que se diera esa rivalidad. Dicho eso, el abuelo
cerró los ojos para siempre y Tupac emprendió su viaje. Cuando se estaba
alejando, pudo observar un gran pez que se acercaba lentamente hacia la playa.
El pastor de puercos
En la ciudad de Trujillo, vivía un niño pobre llamado
Francisco Pizarro que cuidaba cerdos, no sabía leer ni escribir y era
maltratado por todos. Un día decidió irse a Madrid, y fuera de la bendición de
sus padres, no llevaba si no una camisa de remuda, unos cachos de pan y un
cuarto de queso de cabra. En Madrid sobrevivió gracias a la comida de un
convento y de la limosna. Su sueño era volver a Trujillo en carroza y con
criados y levantar un palacio. Francisco escuchaba continuamente que en el nuevo
mundo había muchas tierras por descubrir y muchas ciudades por fundar, además
hablaban de su grande riqueza, por fortuna, logró engancharse en un galeón. En
su largo viaje, aguantó mucha hambre y se mareó, al llegar a tierra firme,
anduvo por ahí sin rumbo y muchas veces con ganas de volver a España. Después
de un tiempo, logró convencer al canónigo Luque y a Almagro el Viejo de conquistar
nuevas tierras, así que consiguieron dinero y permiso de las autoridades para
emprender su viaje en una pequeña carabela. Contornearon la costa del Pacífico,
hasta llegar a un lugar llamado Perú, donde unos indios los recibieron con
humildes detalles y deliciosa comida como yucas, maíz y piñas. Los indios a su
vez, les dijeron donde había oro y señalaron hacia unas tierras del monarca
Atahualpa. Cuando ya ni ellos, ni la balsa daban más, llegaron a una isla que
bautizaron isla del Gallo, algunos se quedaron y otros se fueron a pedir
refuerzos a Panamá, ahí se quedaron él y otros doce más quienes se alimentaron
de comida que encontraban como aguacates, carne de mico, cangrejos, mangos,
entre otros. Después de meses volvieron los refuerzos de Panamá, Pizarra no
quiso demorarse he inició su viaje de nuevo y cuando se disponía a fondear en
la caleta del puerto de Tumbes, vio una figura humana agitando sus brazos, está
persona era Tupac. A diferencia, de los demás, Tupac no salió corriendo y al
reunirse con ellos, recibió comida y unos regalos por parte de Pizarro. Tupac
fue bautizado como Francisquillo en honor a Francisco Pizarro. Francisquillo
les contó muchas cosas del imperio del Tahuantisuyo y las predicciones del
abuelo así que les preguntó, si era verdad que ellos eran unos dioses. Y como
por boca de Francisquillo se habían enterado de que Tahuantisuyo era una tierra
rica y densamente poblada, Pizarro decidió volver a España por más refuerzos y
poder conquistar esa tierra. Tupac fue con ellos sin antes cumplir la promesa
que le había hecho al abuelo de ir a Quito para evitar una terrible tragedia.
La traición de
Francisquillo
En el camino hacia España, Tupac le preguntó a Pizarro si no
era Viracocha, quien había sido un hombre barbudo Hijo del Sol, quién
probablemente había vuelto para restituir al Huáscar la totalidad de su imperio
porque su hermano Atahualpa quería arrebatarle lo que le pertenece. Pizarro le
hizo un guiño a los demás tripulantes del barco y le dijo a Tupac que ellos
eran los hijos de Viracocha quienes habían ido para restituir el imperio a
Huáscar y que con ayuda de él, apresarían y matarían Atahualpa. Tupac les creyó, ya que los dioses
no mentían nunca y dijo que si les conduciría al campamento de Atahualpa.
Francisquillo, al ver las construcciones de España, las armas de fuego y muchas
más cosas adelantadas o más tecnológicas que nunca antes había visto, se
convenció de que ellos si eran los hijos de Viracocha. Efectivamente, al volver
a América, Tupac los guío al campamento de Atahualpa, y ellos se encargaron de
apresar a Atahualpa y los escoltas que lo acompañaban. Pizarro le dijo a
Atahualpa que no quería herirlo y que le ayudaría a derrotar a Huáscar si le daba cierta cantidad de oro,
lleno de ambición, Pizarro no quedó contento cuando Atahualpa cumplió con su
parte del trato y le pedía más y más oro cada vez. Por medio de los refuerzos
de Pizarro, se dieron cuenta de que algunos generales de Atahualpa, habían
ahogado al Huáscar y así se le ocurrió una gran idea a Pizarro, ya que con la
muerte de Huáscar, si se deshacía de Atahualpa, todo el imperio caería en sus
manos. Francisquillo al ver todas estas terribles acciones, pensamientos y todo
el desorden que se estaba dando, comprendió que los españoles no eran más que
simples mortales llenos de avaricia y ambición que estaban acabando y
explotando a su pueblo. Devastado, recordando la promesa que le había hecho al
abuelo y había incumplido tratando de lograr lo contrario se arrancó a puñados
el cabello y comenzó a llorar.
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BorrarHijo de tu Madre cabezon
BorrarQuien era canonigo luque
Borrarsuper bueno
ResponderBorrarNo es de Eduardo Caballero Calderon
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ResponderBorrarMmmm esto no es obra de Abraham Valdelomar ??
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Borrarincreible
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ResponderBorrarNo lo sé Rick, parece falso :v
ResponderBorrarLos hijos del sol son solesitos :v ×2
ResponderBorrarGracias
ResponderBorrarQuien es el narrador de la historia
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ResponderBorrarPussx por favor
Borrarxoxo
ResponderBorrary ustet que save
ResponderBorrarPizarro
ResponderBorrarNo es de eduardo caballero calderon
ResponderBorrarAeisoosidj
ResponderBorrarN9oo9ooooooooooooooo9oooooooooooooooooooiioiiiiiooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooollllllllooooooooooooooofeo el que lolea
ResponderBorrarmnnnnnnnnnoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooonnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
ResponderBorrarQuien lea este comentario es gay responde si lo leiste
ResponderBorrarLo ley
Borrarsi
ResponderBorrarEstán concientes de que es un resumen no🤔🤔
ResponderBorrarMmmmmmmm
ResponderBorrarGenial
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